La iluminación de la habitación no es un tema de decoración, va más allá. La iluminación de habitaciones infantiles debe tener en cuenta iluminar la zona de juegos, iluminar el espacio de aprendizaje e iluminar la zona de descanso. La iluminación no es un tema trivial de decidir al último momento.
Iluminación de la habitación natural, prioridad número uno
De día, conseguir iluminación natural, lo es todo. Cuidemos y prioricemos esa ventana al exterior. Es fuente de energía, de vitalidad, de vitaminas y de salud. Mejora el estado de ánimo, el rendimiento académico y la concentración. Todos los expertos coinciden en ello. Y aún más: la luz natural regula el ritmo circadiano del organismo que controla la calidad del sueño y el estado de vigilia. La luz afecta en su descanso y su comportamiento.
Y para potenciar aún más esta luz natural, el color de pared y los muebles claros. La sensación de luminosidad se incrementa, aunque sea en espacios pequeños.
Pero a donde no llega la iluminación natural debemos optar por la iluminación artificial. Debemos conseguir que la iluminación sea uniforme evitando zonas oscuras y de contraste. No es lo mismo una luz fría que una de cálida ni una iluminación suave que una de excesiva. ¿Sabias que luz amarilla invita al descanso y la relajación y la blanca y azul activan el cuerpo?
Iluminación para jugar. Depende del objetivo que persigas. Si quieres que se active jugando opta por una luz blanca pero si quieres un juego más relajado, la cálida será mejor.
Iluminación para aprender. En la zona donde realizan actividades más escolares como pintar, dibujar o empezar a leer, se recomienda una luz blanca neutra directa, la más parecida a la luz solar.
Iluminación para dormir. Para relajar el cuerpo y facilitar el sueño es aconsejable utilizar luz cálida. Así los terrores nocturnos están a la orden del día. Utiliza lámparas que les acompañen durante la noche y les den seguridad y tranquilidad.
Seguridad en la iluminación
En la iluminación de la habitación debe prevaler la seguridad: las bombillas deben estar protegidas para difuminar la luz y prevenir accidentes domésticos como quemaduras o cortes. ¡Las LED son una garantía! Ni lo dudéis. De momento, olvidaros de lámparas de vidrio o de cristal. Y para la iluminación de la habitación evitar los fluorescentes y las luces halógenas ya que producen una luz demasiado artificial. ¿Lo tenéis más claro para empezar a decidir que tipo de iluminación de la habitación queréis?
